jueves, 11 de junio de 2009

El pelambre de cada día.

Hoy conocí a una chica estudiante de Teatro de la U de Valparaíso, al percatarme que el cuaderno que estudiaba contenía materia sobre teatro le pregunte si estudiaba teatro y donde, le conté que estudiaba Arte y nos opusimos a conversar animadamente sobre nuestras carreras como es natural entre personas de las áreas artísticas.
Nos caímos mutuamente bien, era fácil de percibir.
Conversamos sobre un proyecto plástico que se me había ocurrido referente a una imagen que se convertiría en producto y ella me hablo de las múltiples cosas que debía estudiar y aprender en la carrera, su experiencia de perder el pudor y en eso estábamos y de repente me pregunta el nombre. Se lo digo y le pregunto el de ella, me da su nombre y contra pregunta “¿pero como te dicen?”
Le digo un par de apodos con los que alguna vez me han llamado, igual me intriga eso de preguntarme el apodo y recuerdo algunos insultos de enemigos, me rió en mi interior.
Me pregunta si soy de Peña blanca y al responder ella exclama que es por eso que mi nombre lo conoce.
Me cuenta que a escuchado hablar de mi a amistades y me menciona un par de sharp, que conocía bastante antes de mi y que estaba contenta de conocerme. Yo le digo que es de imaginar que no le han contado cosas buenas y ella me contesta que no importa, que le había caído bien.
Nos intercambiamos los mail y la pagina de facebook y ella se baja en el paradero 7.
Hace un mes atrás un amigo fue a la casa, estuvimos haciendo un trabajando para el partido y se fue a su casa, al otro lado de la comuna, unos 4 kilómetros de mi casa.
Almorcé y al rato me llama Ingrid, una mina que conozco de hace unos 3 años, hermana de un ex compañero de trabajo y que una vez pinchamos, nada mas. Me llama solo para preguntarme si andaba con alguien a lo que yo respondo que en este momento que no, y sigue preguntándome, siempre en una forma muy cordial, cuantos hijos tenia y yo respondo que dos.
Ella me dice que creía que tenia uno y no dos, que me habían visto con los dos en los juegos de la plaza de juegos.
A esa altura ya me preguntaba porque soportaba tanta pregunta a alguien que apenas conocía aunque lo hiciera con un tono amable, pero seguí con el juego, total nada perdía y me llamaba profundamente la atención que se interesara tanto en mi vida personal.
Me coqueteo un poco y me indico que me el teléfono desde que me llamaba era su nuevo numero. Y corto prometiendo que nos juntaríamos.
En la tarde volvió mi amigo para continuar con nuestro trabajo y le conté sobre la llamada de Ingrid, él a su vez me contó que al llegar a su casa en su calle estaba Ingrid y la señora de José conversando, allí se me ilumino la imagen. Hace unos días atrás había estado con mis hijos en la plaza y había saludado a José que es un amigo y a su señora, solo por cortesía ya que me es indiferente.
Ósea dos damas a 4 kilómetros de mi casa discutían sobre cuantos hijos tenia, como una solo conocía a unos quizás negaba al afirmación de la otra que me había visto con dos, o quizás pensaron que eran hijos de una posible pareja, allí la pregunta si estaba con alguien. Tanto fue quizás su debate que una resolvió cortar por lo directo y llamarme.
Conozco una chica en el bus a mi casa y resulta que le han contado tanto de mi que ya tiene una idea de cómo soy e incluso deseaba conocerme, lo peor es que le hablaron tipos que ni siquiera alguna vez han conversado con migo o compartido algún tiempo con migo y ni siquiera saben lo que hago. Y quizás esta alegre que yo no sea el cliché que le han creado.
Cahuines y pelambre a habido toda la historia, la vieja bisagra del barrio que esta en la puerta o en la ventana es un personaje antiguo en nuestra fauna nacional, pero ahora la cosa se profesionaliza y ya no solo la ejercen la señora sapa que sin vida propia se dedica a oscultar la ajena, es patrimonio de muchos, que quizás inspirados en tanto espacio de farándula se creen noteros de un canal popular y democrático en que todos se meten con un supuesto derecho en la vida de todos ya no mirando desde la puerta o la ventana, hoy usan celulares, el Internet y cueles opinologos populares se dedican a analizar las acciones ajenas, valorizando estas acciones para bien o para mal, juzgando ya sea con humor a lo CQC o denotativamente como un SQP de acceso popular.
Esa es nuestra era, una era en que a nadie le preocupa nuestras ideas, solo lo que supuestamente ocultamos, lo que otros creen que somos y no lo que somos, en que la vida ajena es un plato sabroso que hay que devorar sin miramientos; mientras sus propias vidas se coagulan en la mediocridad de ser espectadores y nunca actores.
Que le vamos a hacer, es un precio por ser protagonistas de nuestras propias historias, y a ser franco, divierte tanta preocupación de desconocidos y semidesconocidos en mi persona.

1 comentario:

Propiedades dijo...

si a mi tambien me pasa, que diran las viejas copuchentas de mi barrio cuando sepan que ya tengo 10 hijos y que algunos los tendre que regalar.... xD